Y de nuevo el silencio

Si pernoctó en el albergue La Concha, la salida de Ciudad Rodrigo es rápida, por el antiguo puente sobre el río Águeda y por la calle Clemente Velasco. Al pasar por debajo de la autovía que va a Portugal, volverá a verse nuevamente rodeado por el silencio y por las vistas deslumbrantes de lo que queda de la meseta y de las últimas dehesas ganaderas. 

Es necesario abastecerse de provisiones en el Arrabal del Puente (o en Ciudad Rodrigo la noche antes, en caso que decida abandonar el albergue ya de madrugada), pues no hay poblaciones intermedias en esta etapa, ni puntos de apoyo. La jornada tiene además una dificultad añadida: la prácticamente inexistencia de sombra. Por eso hay que hacer el trayecto lo más temprano posible, para evitar el sol del mediodía. Si eso ocurriera, aproveche los pocos árboles que hay para descansar, sobre todo junto al puente de la rivera de Azaba, afluente del río Águeda.

El trayecto restante es muy agradable hasta el arroyo de Valdelacruz (también conocido por rivera de Gallegos) y después una corta subida a Gallegos de Argañán, donde le espera la iglesia de Santiago.